Lo que él y yo compartíamos
no era la sangre, era la tinta.
Lo que él y yo compartíamos
no era el apellido,
era la inspiración de las historias.
Él nunca me llamó
para decirme “te quiero”,
pero cuando el teléfono sonaba
era para mostrar su preocupación,
ese era signo de cariño.
Él jamás me dijo que me amaba,
pero me hablaba para que viera las estrellas
¿qué tan infinito era lo que sentía por nosotros?
Yo tampoco jamás le dije que lo amaba,
pero él veía mi amor en mis ojos,
por él y por su gente.
Porque él y yo no necesitábamos
decirnos que nos queríamos,
nuestro amor por su Merce
era tan grande, que cabíamos todos
en este cariño familiar.
A veces el amor no necesita ser dicho,
pero siempre será deseado que lo expresemos,
pero él y yo no necesitábamos decirnos que nos queríamos,
porque nos queríamos a pesar del silencio
y ahora me sobran las palabras para decirle que lo quiero,
pero él ya no está.
Él y yo no necesitábamos
decirnos que nos queríamos,
porque nos queríamos
a pesar de la distancia que nos separaba,
yo siempre esperaba que volviera de sus viajes,
ahora él me tendrá que esperar allá
en dónde quiera que esté,
con nuestra Merce(des)
y con nuestro Vick.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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