Tu ausencia
no es más que un silencio
siendo absorbido,
borra a tu ser
de mí.
Tu silencio está en la carcoma
que sigue masticando,
encuentro de ti los residuos
y hago los arreglos,
los sonidos siguen vivos,
solo tienes que buscar sus significados,
y sé lo qué significa tu silencio,
por eso mismo no digo nada al respecto,
porque dejo a la vida ser,
te dejo ser,
aunque nunca más vaya a s(uced)er,
estaré bien.
Pero en el fondo
esperaba que en silencio
algo lejano resonara
que algo me llamara,
y le puse tanta atención al azor
que escuché lo de mi alrededor.
Y sé, lo sé bien,
que ya no puedo escuchar tu voz,
pero no sabes
que ya ni siquiera puedo escuchar tu silencio,
¿cómo es que me pude desprender de él
si era lo único que quedaba de ti?
en tu ausencia dejaste a la vida,
pero a tu ausencia también la rodeó la vida,
¿escuchas a las aves cantar?
silencio, escucha el palpitar.
Alguna vez, la amplitud de tu ausencia no me dejó ver al horizonte
y no había sonido que me hiciera olvidar el silencio de tu parte,
el tiempo pasó así como tu vida también pasó,
tu silencio ya no suena a vacío,
lo siento tan mío.
Presa de tu silencio
salí a cazar sonidos,
buscaba algo que resonara con mi voz
y me devolviera las palabras perdidas,
entonces me extendí en los poemas.
Y sabes que jamás he sido de querer llenar los vacíos,
sé que al final, todo lo encontraré en mí.
Y te perdí
y luego me encontré,
porque aprendí en tu ausencia
lo que mi alma en ella presencia:
todo es presencia.
Ahora los sonidos
son significados de la naturaleza,
tu pálpito perdido,
un corazón con-sentido,
y empiezo a murmurar
para que no me puedas escuchar
y no sé si recordarás alguna vez mi palabra
o si el canto de las aves te recordarán siempre a mí.
Y he perdido todas tus palabras,
pero al silencio lo he llenado de significados,
tal vez para olvidar lo que tu silencio significa.
¿Y realmente el silencio existe?
sé que el tuyo sí,
lo escucho todos los días,
aunque a veces lo olvido porque hay tanta vida,
aquella que ya no te puedo compartir,
y todo quedará en mí,
me hará crecer,
ser,
no lo podrías creer,
así que gracias por lo dado y lo dejado.
Tu silencio está en la carcoma
que sigue masticando,
jamás se llenará
y jamás se vaciará.
Ahora el sonido de mi respiración
llena a mi habitación,
todo el aire empieza a cantar,
cualquier movimiento parece un danzar.
En este poema retomé del poema Búho
todo es ausencia
y lo que mi alma en ella presencia:
todo es presencia.
En el poemario de este año, he retomado palabras de otros poemas, los he enlazado para crear una historia sin fin, con cierto propósito poético y personal. Por lo mismo, este poemario estará en un libro de acordeón. Bueno ese es el plan, porque en el documento hay 385 páginas hasta el día de hoy, todavía tengo hasta el último de diciembre para escribir más, reescribir e imprimir, y será demasiado siendo de acordeón, sobretodo porque yo misma me encargaré de él, pero lo vale.
En el taller, uno de los temas más hablados es el silencio, la ausencia, la nada y el vacío. Pues estos construyen, en estos creamos. Uno hace hablar al silencio, uno pone palabras en la ausencia del otro hasta presentarlo (sin llamarlo, claro).
Y de todas maneras, se sabe que son de mis temas, poéticamente hablando, favoritos, o al menos recurrentes. Así que, nada.
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