La luna cayó en las trampas,
está colgando entre las redes,
se mueve como un animal herido,
quiere bajar
y la noche está a punto de llegar.
El cielo está despejado,
necesita que pase alguna nube
donde pueda camuflarse,
y en el profundo azul
¿quién buscará esa mancha blanca?
ese fragmento sin manifiesto.
La luna está entre líneas,
siempre lo ha estado,
cada vez que le hablo
cambia su posición,
se aleja,
me deja las estrellas
que tienen lo más absurdo de mí,
le pido que me vuelva sabia,
así que me deja
y dice “tienes tanto por recorrer y aprender”,
solo me arrebata mi ser.
La luna me tiene tan cansada,
yo existo más de madrugada
y de ella no espero nada.
Quiero deshacerla,
más allá de sus fragmentos.
¿No es mejor trazar(la)
que traspasar(la)?
la luna está atrapada,
ha sido cazada,
pero no puedo subir por ella,
solo sube mi humor
y me vuelve hundir en el dolor,
ambas estamos actuando como animales heridos,
he perdido el raciocinio,
“ahora deliro como los ilustrados” le dije,
y ella, como si fuera mi esclava,
ilustró mi sombra,
al menos, finalmente, me dio una certeza:
yo soy la presa.
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