Tiraré los muros,
brincaré tus obstáculos,
lucharé con tus demonios
y les soplaré a las llamas de tu infierno
esperando que sean como las velitas de cumpleaños
para pedir de deseo tu bienestar.
Arreglaré el columpio de tu infancia,
lo pintaré y lo colocaré en otro lugar,
donde seas tan libre para columpiarte lo más rápido que puedas y quieras,
para que el cielo se vea entero
y el vuelo se sienta infinito,
para que vuelvas a creer
y regrese tu verdadero ser.
Tiraré de tus muros
y traeré cuatros paredes,
construiré un hogar
justo donde estás.
Le dije a un amigo que
todos somos las marcas de nuestro pasado
y reforzamos a escribir con el lápiz sobre ello justo allí
hasta rompemos la hoja,
en vez de poner el lápiz al revés
hacia el lado donde está el borrador,
para borrarlo o tal vez, así dejarlo
como la palabra de un tatuaje,
sin agregarle más tinta,
sin borrarle o taparle,
dejándolo allí.
Se lo dije a un amigo
y te lo escribo a ti
por si necesitas leerme a mí.
Tengo dos hombros,
elige uno.
Tengo dos brazos
que te abrazarán cuando me lo permitas.
Tengo mucho que ofrecerte,
primero, mostrarte que no eres esa nada
o esa poca cosa.
Es hora de avanzar,
dejar todo atrás,
convirtiendo los sueños en fantasmas
para que nos persiguen y estén en nuestros lugares
cuando estemos en el cielo o tal vez, infierno.
Es hora de avanzar
dejando todo atrás,
convirtiendo a los ángeles
en una nada,
porque tendremos su fuerza
y seremos nuestros propios protectores.
Te haré aprender como ser fuerte
y tú me enseñaras como ser débil,
necesitamos ambos,
nos necesitamos.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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